Una figura rebelde, revolucionaria, de esas que hacen historia. Y que ha dejado una marca imborrable en el mundo de la moda, del arte en general, con su talento innovador.
También fue un amigo cercano, que tuvo la generosidad de crearnos un diseño maravilloso para vestir uno de nuestros vinos más especiales. Elegancia, armonía y sobriedad; dejando brillar nuestro escudo en una esquina de la etiqueta con un tono dorado metalizado. “Lo metálico, lo que brilla, representa el mundo en que vivimos” declaraba en una de sus entrevistas. Y es que hasta la mismísima Coco Chanel le bautizó como “el metalúrgico de la moda” por la utilización de metales en sus diseños y sus piezas geométricas de estilo industrial.
Nos entristece profundamente ver que la página de su vida ha escrito su final, pero su recuerdo y su genialidad quedarán siempre entre nosotros.
